viernes, 15 de abril de 2011

El arte de Konstantin Vasiliev

Konstantin Vasiliev nació el 3 de Septiembre de 1942 (Virgo), en plena II Guerra Mundial, en Maykop, una población del extremo sur de Rusia, al lado del Cáucaso, poco después de ser tomada por los alemanes.

Vasiliev tuvo talento pictórico desde muy temprana edad, y sus padres hicieron lo que pudieron para que su potencial no sufriese trabas. Lo mandaron a estudiar a la Academia de Arte de Moscú, pero eran los años 50, el régimen comunista imponía sus directrices hasta en el arte y Vasiliev no lo tragaba, por lo cual prefirió estudiar en la Escuela de Arte de Kazán. Allí se especializó en decoración de escenarios teatrales, lo cual bien puede ser la causa de sus obvias afinidades wagnerianas.

 
Vasiliev como un niño-prodigio de 12 años.

Vasiliev acabó como maestro de arte en Vasilievo y después como diseñador de una fábrica, trabajando ocasionalmente para la Fundación de Arte de Kazán y participando en diversas exposiciones artísticas.

Su obra, que abarca más de 400 piezas, es, como veremos pronto, un canto a Rusia, sus batallas y su historia, a la mitología eslava y germánica, a las tierras del Este, a la Naturaleza y a la humanidad nórdica.

Vasiliev murió trágicamente en 1976, atropellado por un tren. Tenía tan sólo 34 años, y por desgracia, como pasó con Mozart, el mundo jamás sabrá a qué cotas de creación artística hubiera podido llegar si hubiese continuado vivo hasta nuestros días.

"Hilo" (1963). Obvia influencia de Salvador Dalí.

 
"Campesina" (1966). Obra de signo lunar: hoz y luna creciente, y la cabeza de la campesina, su brazo y su hoz forman un corazón.

 
"Cisnes" (1967). El cisne es un símbolo hiperbóreo y solar, representante de Apolo, Helias y Lohengrin, el Rey del Grial.

 
"Napoleón" (1967). No deja de ser revelador que Vasiliev, un ruso, rindiese tal tributo a un hombre que, como Hitler, invadió Rusia intentando integrarla en una Europa fuerte y unida.

 
"Guerrero con espada" (1968). Este es uno de los primeros tributos del artista a quienes fueron los fundadores de Rusia: los vikingos.

 
"Guerrero con hacha" (1968).

 
"Retrato femenino" (1968).

 
"Autorretrato" (1968). De un modo increíble, el pintor aparece ante nuestros ojos, en plena era soviética, con un atuendo muy similar al uniforme del Partido Nazi. Base racial nordico-blanca, influencia nordico-roja, leve dinarización, leve mongolización, negrización residual. Tiene un curioso parecido a Reinhard Heydrich.

 
"Evpraksiya" (fecha desconocida).

 
"Príncipe Igor" (1969), el héroe central de una ópera de Alexander Borodin.

 
"Wotan" (1969). Sencillamente hablando, ésta es, con diferencia, la representación artística más hermosa y depurada de quien era considerado por los pueblos germánicos como el Padre de Todo. Y no deja de ser revelador que semejante obra no haya venido de la mano de un artista occidental, sino de un ruso.

 
"Valkiria" (1969).

 
"Guerrero escandinavo" (1969). Imposible no ver la Runa Odal en el casco del guerrero.

 
"Hechizo de fuego (Wotan y Brunhilda)", 1969. Wotan duerme a su valkiria favorita hasta que un gran héroe, Sigfrido, la despierte de su sueño.

 
"Alberico el nibelungo" (1969). En la tradición germánica, Alberico era un enano que apareció en el Rhin para seducir a las ninfas del río, pero éstas se burlan de su aspecto, lo rechazan y lo humillan. Alberico, en cambio, se apodera del Oro del Rhin, del cual se afirmaba que quien renunciase al amor podría fabricar con él un anillo para dominar al mundo. Enfurecido por el rechazo y ardiendo de resentimiento, el codicioso y lujurioso enano renuncia al amor y roba el Oro del Rhin riendo con maldad. Alberico y el anillo representan, claramente, el poder de la Judería.

 
"Halcón" (1969). La forma del pájaro es de águila, pero el artista ha camuflado su condición con unas motas para hacerla pasar por halcón, quizás porque el régimen soviético y la censura comunista tenían fobia a las águilas.

 
"Valkiria" (boceto), 1969.

 
"Autorretrato" (1970).

"Firmamento", 1970.

 
Un tributo al río más largo de Europa: "Sobre el Volga" (1971).

Los guiños pro-nazis llegan al colmo en esta pieza de 1971, cargada de tintes wagnerianos: "Valkiria sobre guerrero caído". Levantando el brazo al más puro estilo nazi, una valkiria saluda a su guerrero predestinado antes de llevárselo al Valhalla, una escena realmente herética para las autoridades de la URSS.

 
"Sventovit" (1971). Sventovit era un dios pagano, adorado en el santuario de Arkona (actual isla de Rügen, Alemania, orillas del Báltico) por pueblos tanto eslavos como bálticos y germanos. Se trataba de un dios de la guerra, la fertilidad, la profecía y la abundancia, también conocido como Beli o Byali, con lo cual podríamos asimilarlo al Apolo griego y romano, al Abelio céltico, al Baldur germánico y al posterior Luzbel y, por tanto, Lucifer, de las tradiciones heréticas del mundo cristiano medieval. El águila de su yelmo, pintada con motas para hacerla pasar por halcón (y quizás escapar así a la censura) es una copia casi exacta de las águilas empleadas en algunas insignias nazis, y lo mismo reza para el águila de su escudo, como vemos debajo de estas líneas. El Santuario de Arkona, tradicionalmente defendido por 300 jinetes, fue destruido en 1168 por cristianos daneses al mando del obispo Absalon, quienes "evangelizaron" a los wendos.



"En la ventana de otro" (1973).

 
"Mariscal Zhukov" (1973), una muestra de patriotismo que, en vista del resto de la obra del artista, probablemente le fue encargada, o quizás es sencillamente una manifestación de legítimo patriotismo ruso.

"Encuentro fortuito" (1973).

 
"Gótico forestal" (1973). Orientación vertical y, por lo tanto, celeste. Comparar abajo con "Gótico vivo", un dibujo de Werner Graul, conocido artista alemán anticristiano de la época del III Reich.

 

 
"Otoño" (1973). Detallismo increíble.

 
"Unter den Linden en llamas" (1974). Las águilas alemanas firmes ante el bombardeo aliado.

"Despedida eslava" (1974).

"Invasión" (boceto), fecha desconocida. Las formaciones alemanas pasan al lado de una iglesia destrozada, desde la que les contemplan los santos ortodoxos.

 
"Vasily Buslaev", 1974. Buslaev, héroe folklórico de Novgorod, al Norte de Rusia, se encuadra en la tradición épica de los Bilyna, durante la formación de los primeros Estados rusos.

"Invasión" (boceto), 1974. Aquí los alemanes aparecen representados como guerreros de tiempos antiguos, apoyados por un ejército divino que aparece en el cielo, abanderados con la Runa Odal y con águilas (nótese la simpatía que el artista muestra por estos dos signos en el resto de su obra), que destruyen los templos cristianos y se enfrentan al Cristianismo, representado por el sacerdote ortodoxo de la izquierda (lo cual no deja de ser irónico, ya que la Iglesia Ortodoxa fue perseguida por las autoridades soviéticas).

 
"Severnyy Orel" (1974).

"En el cielo sobre Berlín" (1974).

 
"El nacimiento del Danubio" (1974). Como todo el mundo sabe, el Danubio nace en la Selva Negra alemana, pasa por 4 capitales europeas (Viena, Bratislava, Belgrado y Bucarest) y desemboca en un gran delta, en Rumanía y Ucrania.

 
"El nacimiento del Danubio" (1974).

"El nacimiento del Danubio" (1974).

 
"Duelo entre Peresvet y Chelubei" (1974). El 8 de Septiembre de 1380, justo antes de la Batalla de Kulikovo, que enfrentó a los tártaro-mongoles de la Horda Dorada contra los rusos, Chelubei, un campeón tártaro-mongol, se adelantó a las formaciones de sus compatriotas y, agitando la lanza ante los rusos, desafió a cualquier campeón para que se enfrentase a él. Surgió Alexander Peresvet, un monje-soldado ortodoxo camarada de armas del héroe Dimitri Donskoi y que había sido discípulo de San Sergei de Radonezh. Según la leyenda, Peresvet cargó sin armadura ni yelmo, sólo con sus ropajes monásticos, y en el choque que se produjo, ambos guerreros cayeron muertos a la vez. El asiático cayó de su caballo, el europeo no.

 
"Federico I Barbarroja" (año desconocido). Bastante interesante que Vasiliev se atreviese a rendir tributo a un emperador alemán del Sacro Imperio, que fue acusado por la Iglesia de ser el Anticristo, que, según la tradición alemana, duerme en una montaña esperando el momento en el que su Pueblo vuelva a necesitarlo y con cuyo nombre bautizó el mismísimo Hitler la guerra contra el Comunismo en el Este: Operación Barbarroja.

 
"Un regalo para Svyatogor" (1974). Svyatogor era un poderoso gigante que vivía en las Montañas Sagradas y que quedó atrapado en un cofre de piedra hasta que la Madre Rusia lo necesitase de nuevo. La leyenda pertenece al ciclo heroico de Ilya Muromets. 

 
Homenaje a uno de los grandes escritores rusos: "Fiodor M. Dostoievsky" (1976).

 
"Adivinando el futuro" (1976).

 
"Autorretrato" (1976).

 
A lo largo de la Historia, éste ha sido el angustioso destino de millones de mujeres arias cuyo esposo o hijo partió a combatir contra el enemigo: "Esperando" (1976).

 
"El hombre con el búho-águila" (1976). Ésta fue la última obra de Konstantin Vasiliev antes de ser atropellado por un tren, y tiene algo de premonición a la muerte. Es posible que el artista intuyese que su fin estaba cerca. Interesante la simbología de chakras, en la que la vela y la llama representan el eje interior por donde se despierta el fuego del ascetismo, siendo coronado por un ave de grandes alas.



CONCLUSIÓN

Sin duda, la mayor polémica girará en torno a la filiación ideológica del artista. Tenemos escenas ambiguas representantes de la II Guerra Mundial, glorificación de los héroes rusos tanto antiguos como modernos, sospechosos tributos a Napoleón y a Federico Barbarroja, glorificación de la mitología germánica, de las runas y de las facciones nórdicas, y un sorprendente autorretrato del pintor.

En mi opinión, el artista era sencillamente un buen europeo y un patriota ruso, e inevitablemente sentía admiración por los grandes hombres de la Historia de Europa, incluyendo los alemanes que invadieron su país.

Galería de Konstantin Vasiliev:

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